Aplicando el enfoque sistémico en los colegios de abogados: estrategias para una gestión integral y colaborativa

Los Colegios de Abogados no sólo son instituciones de regulación profesional, sino también espacios de encuentro, colaboración y crecimiento para el desarrollo de la profesión. En ellos convergen intereses individuales, objetivos colectivos y responsabilidades hacia la sociedad. De ahí la conveniencia de aplicar un enfoque sistémico en estas corporaciones, con el fin de gestionar eficazmente estas complejas interrelaciones, promoviendo un ambiente en el que cada miembro se sienta valorado y contribuya al desarrollo colectivo.

En algunos aspectos, ya sea de manera consciente pero incluso, en ocasiones, inconscientemente, ya se están llevando a cabo acciones tendentes a aplicar principios sistémicos en el desarrollo de la gestión corporativa de los colegios de abogados.  No es de más, no obstante, recordar algunos de los pilares sobre los que asentar la práctica de esa particular visión:

a) Comprender el Colegio de abogados como un sistema interdependiente

Desde un enfoque sistémico, los colegios de abogados se ven como sistemas donde cada miembro — abogados, diputados, decanos, juntas de gobierno, secciones, comisiones, comités y áreas administrativas — forma parte de un conjunto interrelacionado. Cada decisión o acción afecta el sistema en su totalidad. Este entendimiento permite que las estrategias y normativas internas se diseñen teniendo en cuenta el impacto global, fomentando una cultura de colaboración y responsabilidad compartida.

b) Roles y responsabilidades claras

En los colegios de abogados, es común que cada integrante ocupe distintos roles: colegiado, miembro de la junta de gobierno, miembro de comisión, etc. Desde la visión sistémica, es fundamental que estos roles estén claramente definidos y respetados, evitando la superposición de funciones y la confusión. Esto permite a cada miembro actuar con autonomía y responsabilidad, manteniendo el equilibrio entre intereses individuales y el bien común.

c) Fomentar la comunicación y la transparencia a nivel interno

La comunicación efectiva es clave para el funcionamiento de cualquier sistema y los colegios de abogados no son una excepción. Un enfoque sistémico busca establecer canales de comunicación abiertos y transparentes, lo cual implica desde informes claros y actualizaciones frecuentes sobre las actividades del colegio, hasta espacios de participación en los que los miembros puedan expresar sus ideas y preocupaciones. La transparencia no solo fortalece la confianza, sino que también genera un sentimiento de pertenencia y compromiso.

d) Resolución de conflictos desde la raíz

Las diferencias de opiniones y enfoques son inevitables, pero la visión sistémica permite abordarlas de manera integral, atendiendo a las causas subyacentes en lugar de limitarse a soluciones superficiales. La mediación y el diálogo respetuoso son herramientas esenciales en esta gestión, permitiendo que los conflictos se resuelvan de forma que beneficien a todos los involucrados y mantengan la armonía del sistema.

e) La deontología profesional como reflejo de los valores sistémicos de la corporación.

Dentro del enfoque sistémico en los colegios de abogados, la deontología profesional ocupa un lugar central, ya que la ética y los valores son los pilares que sostienen la integridad y credibilidad de toda la profesión. La deontología no es únicamente un conjunto de normas reguladoras de la profesión, sino que también es una guía de conducta que rige las acciones de cada abogado y, en consecuencia, el funcionamiento y reputación del colegio como un todo. Aplicar una visión sistémica en relación a la ética profesional permite comprender que cada miembro contribuye al prestigio colectivo y que cualquier actuación individual repercute en la percepción del sistema completo.

En el enfoque sistémico, la deontología profesional debe estar profundamente integrada en la cultura corporativa. Esto implica recordar que existen esas normas de conducta y también supone crear una cultura ética, donde cada abogado comprenda el impacto de sus decisiones en el bienestar colectivo y en la confianza que la sociedad deposita en la profesión. Esto se logra a través de programas de formación continua, talleres de ética profesional y foros de discusión que permitan analizar dilemas éticos en un entorno seguro.

f) Cultura de la colaboración y del aprendizaje compartido

Los colegios de abogados son centros de aprendizaje y actualización continua. Con un enfoque sistémico, se pueden organizar espacios de colaboración en los que los abogados intercambien conocimientos y experiencias. Esto no solo fomenta el crecimiento profesional, sino que también contribuye a una red de apoyo donde los miembros se enriquecen mutuamente, fortaleciendo el sistema en su conjunto.

g) Visión compartida y valores comunes

Un colegio de abogados no solo regula y organiza; también representa una misión y unos valores hacia la sociedad. La visión sistémica impulsa a los colegios a definir y transmitir claramente una visión compartida, que alinee los objetivos de todos los miembros en torno a una causa común, como la defensa de la justicia, la ética profesional o el acceso a la justicia. Esto fortalece la identidad del colegio y refuerza el compromiso de sus miembros.

h) Equilibrio entre necesidades individuales y colectivas

Cada abogado tiene necesidades y aspiraciones individuales, pero también es parte de un sistema que debe velar por el interés colectivo. Esto implica decisiones equitativas y justas que respeten tanto los derechos individuales como los objetivos comunes del colegio, creando un entorno de equidad y pertenencia.

CONCLUSIÓN: Aplicar el enfoque sistémico en la gestión de los colegios de abogados permite construir una institución eficiente, cohesionada y humana. Al ver cada elemento del colegio como parte de un sistema interdependiente, se logra una administración que potencia el desarrollo de cada miembro y el impacto del colegio en la sociedad. Porque el verdadero éxito de un colegio de abogados no está solo en su gestión interna, sino en la colaboración y el compromiso hacia un propósito común

por | Nov 6, 2024 | Derecho Sistémico