El Derecho Sistémico no es una rama o especialidad del Derecho. El término fue creado y acuñado por el juez brasileño Sami Storch, pionero en la aplicación de la fenomenología sistémica de las constelaciones familiares al ámbito jurídico.
Enfoque y Gestión del Conflicto
El Derecho Sistémico es la gestión del conflicto jurídico desde un enfoque sistémico, es decir, mediante la identificación, abordaje y tratamiento de las causas que subyacen en el mismo. El conflicto es el síntoma de algo más profundo integrado en el sistema de relaciones personales y sociales de las partes afectadas.
Partiendo de la base de que todo conflicto legal es un conflicto emocional, o que tiene su origen en él, a través del Derecho Sistémico se desentrañan sus raíces y las dinámicas ocultas inconscientes de los implicados, para tratarlo desde otra mirada más consciente, lo cual permite que fluyan las diversas posibles soluciones para su resolución de una manera pacífica, constructiva y eficaz.
Principios y Herramientas del Derecho Sistémico
En Derecho Sistémico, la gestión del conflicto jurídico se lleva a cabo desde una perspectiva más amplia, desde el análisis de los órdenes o principios básicos de la vida que rigen los sistemas de relaciones humanas a lo largo del tiempo. Este análisis se lleva a cabo mediante herramientas sistémicas, especialmente a través del método de las constelaciones familiares y sistémicas creado por el filósofo y terapeuta alemán Bert Hellinger.
Dichos principios son los denominados Órdenes del Amor: pertenencia, jerarquía y equilibrio entre el dar y el recibir. Muy resumidamente, el significado de estos órdenes es el siguiente:
- Pertenencia (o vínculo): todos los miembros de un sistema tienen derecho a pertenecer y ser parte del mismo, tanto los que están como los que se han ido. Si se les excluye o no se les reconoce, se causa un desequilibrio en el sistema que alguien se verá más adelante en la necesidad de representarlo o con su propia vida
- Orden: quien llegó primero tiene prioridad sobre los que llegaron después. Quienes están o han estado antes en un sistema deben ser vistos y reconocidos por los miembros posteriores. Si éstos intentan ocupar el lugar de un miembro que llegó antes o éste no es capaz de mantener su lugar de prioridad, se causa un desequilibrio
- Equilibrio entre el dar y recibir: debe existir siempre un equilibrio o compensación entre el dar y tomar, si bien ello sólo puede darse en las relaciones entre iguales, pues los mayores y los que llegaron antes dan, mientras que los pequeños y los que llegaron después toman. Nos dejamos cuidar por los que nos recibieron y cuidamos y atendemos a los nuevos del sistema.
Implicaciones y Resolución de Conflictos
Así pues, un conflicto implica que existe un desequilibrio en cualquiera de estos tres órdenes o en más de uno y, en consecuencia, se rompe el orden del sistema. No tener en cuenta esta circunstancia puede dificultar en gran medida su resolución.
Aplicando las herramientas sistémicas al conflicto, se identifica y se averigua qué circunstancia existe en el núcleo del sistema relacional de las partes implicadas (familiar, laboral, empresarial o social) que genera ese conflicto y, en definitiva, dificulta que la vida fluya en armonía. Desde ahí se efectúa un trabajo de reparación del desorden que permitirá gestionar el asunto desde otra perspectiva, orientada a la reconciliación y a la solución pacífica y consensuada del hecho que confronta a las partes implicadas.